Articulos

10 DE MARZO DE 2014 | PRÁCTICA PROFESIONAL

Guardia Interdisciplinaria

La Residencia interdisciplinaria en Salud Mental - Risam Paraná- se pregunta: ¿Qué es lo que nos habilita a llamarla guardia interdisciplinaria, más allá de un puñado de profesiones distintas?

Por Lic. Anabel Arias y Lic. Pamela Peltzer
Enviar por mailImprimir

El concepto de guardia está ligado, en su etimología, al orden militar. Según el Diccionario de la Real Academia Española (2001): Conjunto de soldados o gente armada que asegura la defensa de una persona o un puesto. Defensa, custodia, protección. Servicio especial que con cualquiera de estos fines o con varios de ellos, se encomienda a una o más personas. En algunas profesiones, servicio que se presta fuera del horario normal para los demás profesionales. Cuerpo encargado de las funciones de vigilancia o defensa. Cuerpo de tropa.

Podríamos decir que la guardia tiene una estructura militar, ligada a “mantener el orden”, tal vez por eso sea uno de los espacios más hegemónicos de la estructura hospitalaria, volviéndose tan difícil de “ocupar”. Generalmente no está previsto que haya más de una persona “estando de guardia”, más que la persona del médico. Una guardia también puede transformarse en aguardar, según el mismo diccionario: “Esperar a que llegue alguien o algo, o a que suceda algo; dar tiempo o esperar a alguien; atender, respetar, tener en aprecio o estima”. Algo así como estar a la espera de que una urgencia subjetiva necesite ser alojada.

La Ley Nacional de Salud Mental N° 26.657 (2010) nos invita al trabajo “interdisciplinario” en el campo de la Salud Mental, dándonos una herramienta más para esperar y alojar a la urgencia por llegar.
De acuerdo al ARTÍCULO 8º: Debe promoverse que la atención en salud mental esté a cargo de un equipo interdisciplinario integrado por profesionales, técnicos y otros trabajadores capacitados con la debida acreditación de la autoridad competente. Se incluyen las áreas de psicología, psiquiatría, trabajo social, enfermería, terapia ocupacional y otras disciplinas o campos pertinentes.
El que nombremos la guardia como interdisciplinaria marca una forma de pensar, articular, hacer y releer la clínica. Imprime, o por lo menos lo intenta, una línea que está caracterizada por la complejidad, por la singularidad del uno a uno, por la potenciación de recursos y por la asociación de criterios en función de la práctica profesional. Esto comienza a abrir una nueva perspectiva en lo referente al campo de la salud, en donde se piensa en términos de procesos, de conflictos, de poder hacer, en términos de efectos, de apertura, de saludable.
Lo esencial para tener en cuenta es la noción de sujeto con la cual intervenimos en nuestra práctica, la misma implica el reconocimiento de que una persona que llega a una consulta trae consigo una historia vincular, familiar, de padecimientos y de procesos de salud- enfermedad. Es decir, no es un individuo, no es una patología, no es solo lo que le está pasando, sino que es todo eso y mucho más. A su vez no podemos desconocer que este sujeto al cual intentamos alojar también es objeto, objeto del cuidado materno, del cuidado de otros.

A la guardia llegan muchos pedidos; caracterizados por la angustia de la incertidumbre, por la búsqueda del “voy a estar bien”, marcados por la inmediatez de esta época, el Ya. Entonces, en esta época en la que vivimos, y en la que desarrollamos nuestra praxis, podemos llevar adelante prácticas que objetivizan (desde una lógica de un saber absoluto, sin tener en cuenta la singularidad de la persona que atendemos); o practicas que subjetivizan (que consideren la singularidad, los recursos, los derechos y el momento en el que se encuentran los que consultan)
Esta escucha involucra hablar de otros tiempos en la urgencia hospitalaria en salud mental; diferente a lo que ocurre cotidianamente en una urgencia “clínica”, donde la rapidez, la eficacia, rigen la oferta y la demanda del servicio a brindar en algunos casos, en otros la vida misma. Entonces, nos preguntamos ¿De qué urgencia estamos hablando en el campo de la Salud Mental? Pensar la habilitación de un dispositivo como la guardia implica trabajar con el pedido y la construcción de una demanda de ese sujeto que acude a la consulta, entendiéndola como un pasaje de la mera necesidad, a que una crisis éste enlazada a algo que lo identifique (al significante). Implica preguntarnos ¿qué subyace a ese pedido?, ¿de quién es ese pedido?, ¿a quién corresponde la urgencia?, y el lugar desde donde nosotros como equipo estamos escuchando.

Alguien que llega con una urgencia, alguien que se siente en crisis, también puede ser escuchado/interrogado/abordado desde la particularidad de sus modos de hacer. Es decir, muchas veces encontramos en los lazos que un sujeto establece con el trabajo, con su casa, con sus objetos, con sus diversas ocupaciones y actividades los elementos que facilitan su descompensación. En estos lazos con lo cotidiano encontramos los facilitadores y también el efecto desbastador de una crisis.

Algunas preguntas que se movilizan en esa escucha particular que hacemos son: ¿Cuáles son las condiciones de vida de este sujeto que llega con una crisis?, ¿Qué puede relatar respecto de su vida cotidiana?, ¿Qué actividades lo sostenían en su cotidianeidad? ¿Qué disfrutaba? ¿Qué encuentra poco saludable? ¿Cómo sostuvo estas actividades hasta llegar a la consulta?, ¿Para cuáles se encuentra desorganizado?, ¿Cuida de otros?, ¿Alguien lo ayuda? ¿Podrá volver a su casa luego de ésta crisis?

Nuestro corto transitar en el trabajo que hacemos en la guardia creemos que es necesario el trabajo interdisciplinario, ya que los sujetos que consultan plantean situaciones muy diversas y complejas. Si consideramos que la realidad de cada sujeto no es algo obvio, univoco y simple que se puede comprender fácilmente, sino que es contradictorio y complejo es que esas demandas no son, ni pueden ser analizadas por un solo profesional y/o profesión. Es a partir de esto la importancia del intercambio con otros donde se puedan plantear las situaciones atendidas y repensar las distintas estrategias.

La interdisciplina incluye intercambios disciplinarios que producen enriquecimiento mutuo y transformación; lo cual implica interacción, cooperación y circularidad entre las diversas áreas, con intercambio de instrumentos, métodos, técnicas, etc.

Por lo tanto, la interdisciplina solo puede implementarse cuando los que la realizan son expertos en sus propias disciplinas. Lo fundamental es mantener la identidad y especificidad disciplinaria, solo entonces se podrán mantener enlaces y relaciones. En la articulación interdisciplinaria cada disciplina es importante en su función, en su unidad. Cuando cada disciplina esta nítidamente identificada y estructurada podemos recién orientarnos al trabajo interdisciplinario. Sin embargo la integración no se realiza a nivel de las disciplinas, sino a través de los miembros del equipo de trabajo, que en grupos heterogéneos aportan prácticas convergentes. Entonces se vuelve fundamental para poder trabajar la intencionalidad, la flexibilidad, la cooperación y la reciprocidad; es decir tomar una posición de que “todo no se puede aborda desde un solo enfoque”.

Hacerla guardia de un modo interdisciplinario para nosotros implica no solo las cuestiones en relación a la psicopatología, sino la posibilidad de pensar lo institucional, interinstitucional e intersectorial en función de la singularidad del “caso”, realizar una lectura singular de las situaciones de quienes padecen teniendo en cuenta el entramado social en el que inscriben las mismas.

Este “contextualizar” permitirá, más adelante, poder definir las estrategias de trabajo, a quién o dónde concurrir. El malestar que aqueja a los sujetos tiene relación con las condiciones de existencia en las que se desenvuelve su vida (laboral, educativa, de vivienda, de alimentación, de salud) y en este sentido, en las posibilidades de acceder o no al ejercicio de sus derechos, en el marco de las políticas públicas que están vigentes.

Si se piensa a la intervención como una respuesta que busca aliviar un momento crítico, tendrá que haber una respuesta vinculada a re-armar algo de lo que aparece desarmado, que devuelva alguna “forma” de seguir, a ese sujeto y a su familia. Re-armar algo de lo cotidiano es intervenir sobre la forma de lo cotidiano: ¿qué hacer de ahora en más?, ¿cómo organizar el día a día?, ¿quién cuida o acompaña?, ¿qué tratamiento sigue? Que en la urgencia pueda haber una escucha en relación a cómo es ese cotidiano, qué lo sostenía a ese sujeto enlazado al mundo y a los otros, qué le daba cuerpo a su existencia, vuelve necesaria y pertinente una acción para construir esa “forma”. Esto será alguna vez acompañando en el pasaje de la consulta por guardia hasta la sala de internación favoreciendo las condiciones en que ésta se produce y en ese proceso de reorganización de la cotidianeidad que implica una internación. Otra vez será acompañando en esa construcción momentánea de un nuevo lugar, de nuevas rutinas dentro del hospital. Desde luego, no se produce de un momento a otro y sólo en la intervención de la guardia, pero aquí resulta evidente el comienzo de ese proceso. Alguna otra vez será acompañando el pasaje de la consulta a un tratamiento ambulatorio, ya sea en una derivación a un espacio individual o grupal que esté ligado o no a una actividad. Será también coordinando con algún lugar de referencia, como también podría pensarse la posibilidad, si el caso lo amerita, de contener una crisis dando un tiempo y un espacio donde se despliegue alguna actividad en la guardia. Actividad que pueda ser pensada como ese paréntesis que instaure un compás de espera mientras se delibera que es lo que está en juego en esa urgencia y para quién.

Entonces si hoy nos preguntan ¿qué hacen tantos en una guardia? Respondemos interdisciplina, que el medico/ medica interviene con un criterio (clínico) compartido con otros, que el trabajador social hace un diagnostico situacional y contactos Inter e intrainstitucional es, que la terapista ocupacional acompaña el hacer, ya sea en el instante de la crisis o en que sus efectos en la vida no rompa del todo lo que queda, y el psicólogo escucha y en el mejor de los casos, presta una palabra. Entonces entendemos que cualquier intervención es una construcción, una ficción de todo un equipo y de cada disciplina en particular.

Elegimos tomar la Crisis (escucharla, asistirla, tratarla), ya que una intervención decidida pero no atolondrada, presurosa sin abandonar la cautela, nos dará la posibilidad de transformar algo hipotéticamente catastrófico en una oportunidad de modificación subjetiva.

La complejidad de la problemática en Salud Mental dictamina que ninguna disciplina – por sí sola – puede abarcarla. Por eso apostamos al trabajo interdisciplinario, en definitiva a “trabajar con el otro”, dejando en claro que la interdisciplina no borra lo disciplinar, sino que lo fortalece. Nuestro trabajo es transformar una crisis en urgencia. Si hablamos de urgencia, estamos hablando de, por lo menos, dos: el sujeto que padece la crisis, y un dispositivo capaz de “soportar” esa crisis. Intervenir para que algo del orden del goce ceda, dando lugar a la palabra. A la “crisis” se le brinda un espacio para que pueda ser desplegada.
La Guardia Interdisciplinaria en Salud Mental, accionando desde la trilogía propuesta por T. W. Salmon – inmediatez, proximidad, expectativa -, se alinea junto a los dispositivos pensados desde una lógica sustitutiva de lo manicomial, “conviviendo con” y “combatiendo a” las prácticas manicomiales. Este es el objetivo central de la instauración de la Guardia Interdisciplinaria en Salud Mental en el Hospital “Escuela de Salud Mental”, que no es más que hacerle honor a su nombre. Podríamos decir, en términos de Ignacio Lewcowicz, un modo de “habitar la situación”.

Lic. Anabel Arias y Lic. Pamela Peltzer son instructoras en Risam- Sede Parana

Videos
La corresponsabilidad ante la vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes (NNyA). El rol del organismo de protección de derechos de NNyA en CABA.
Tapas y contratapas
Lectura del Discurso de Roma
8.4.2024  /  A 70 años
Lectura del Discurso de Roma
Ética y psicología
9.3.2024  /  Rol social del psicólogo
Ética y psicología
Lacan
12.12.2023  /  La antifilosofía 3
Lacan
Futuro por venir
7.11.2023  /  Psicoanálisis y el Hospital
Futuro por venir