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23 DE MAYO DE 2009 | ESTIMULACIÓN TEMPRANA

Población infantil en riesgo social

Evaluar las situaciones de riesgo implica analizar las condiciones que se dan en la comunidad para que se produzca un daño. En este trabajo se reflexiona sobre los factores de influencia negativa en el desarrollo de niños pequeños y la intervención del especialista en Estimulación Temprana.

Por Mónica Martínez
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A partir del trabajo desarrollado en distintas instituciones del área de Educación Especial, cuya población pertenece a los sectores denominados "urbano-marginales", surge mi inquietud y mi necesidad de reflexionar sobre los aportes que la Estimulación Temprana ( E.T.), como disciplina, puede brindar a la labor del profesional que se desempeña en estas poblaciones.

Debo dejar en claro que no estoy estableciendo un paralelo "pobreza-falla en el ejercicio de la función materna", pero está suficientemente comprobado que diversas razones culturales, socio-económicas, de marginalidad, etc., influyen desfavorablemente en el desarrollo infantil. Considero que la E.T. debe actuar tanto en los casos de bebés o de niños pequeños con problemas del desarrollo pertenecientes a estas poblaciones (intervención que responde a la especificidad de la disciplina y a su objeto conceptual de trabajo), como también en otros casos en los que por tratarse de una población de riesgo en relación al desarrollo, también son necesarias las acciones del especialista tendientes a favorecer el desarrollo armónico de los niños pequeños.

Las operaciones señaladas en segundo término no se corresponden con las que realiza dicho especialista en el proceso de tratamiento en E.T. en la dirección de la cura; son de otro tenor. No son terapéuticas, sino preventivas, basadas en conceptualizaciones propias de la E.T. Si bien no son clínicas, responden a un posicionamiento clínico.
Podemos asociar los retrasos del desarrollo con la desnutrición, el bajo peso al nacer, posibles daños cerebrales causados por complicaciones en el embarazo o parto. Todos estos factores de riesgo biológico son más factibles de presentarse en población de riesgo socio-ambiental.
Algunas intervenciones oportunas podrían modificar factores desfavorables del ambiente donde se cría el niño, evitando los efectos sobreagregados a la patología y propiciando un desarrollo más armónico.
La E.T. tiene un papel importante desde sus conceptualizaciones teóricas, su ética y sus estrategias de producción para el trabajo con familias y niños pertenecientes a estas poblaciones de riesgo.

Niños en riesgo

El concepto de riesgo no es nuevo para la medicina. Hace más de 120 años quedó establecido relacionando las características del parto con retardo mental.
El eje de este concepto es su poder predictivo sobre las características de los individuos o grupos que padecerán determinadas condiciones patológicas. Cuando se habla de riesgo, se habla de la factibilidad de establecer un nexo entre las características de una persona o grupo y un resultado que no se desea.
Muchas veces, el factor de riesgo forma parte de la cadena causal, por lo que se busca determinar la asociación entre la presencia de un factor y el resultado no deseado.
Los factores de riesgo no son causas precisas donde se evidencia una concatenación material entre un hecho y lo que se busca prevenir, sino que forman parte de la pluricausalidad de la patología.
Evaluar las situaciones de riesgo implica analizar las condiciones que se dan en la comunidad para que se produzca un daño. En el caso de este trabajo se trata de reflexionar sobre cómo estos factores influyen negativamente como elementos sobreagregados en los problemas de desarrollo que padecen niños pequeños que integran estas poblaciones.
Población en riesgo: es aquella que por características bio-psicosociales está más expuesta a sufrir daño.
El Dr. J. Tallis, en relación al cruce de riesgos biológicos con otros no biológicos, escribe: "Desde el punto de vista socioeconómico, hemos visto que los niños provenientes de medios desfavorecidos están expuestos a un continum de riesgos biológicos, pero aún dentro de cada uno, las consecuencias del mismo difieren, hay un doble peligro, mayor exposición y secuelas más graves".
El concepto de vulnerabilidad se relaciona con el de infancia (desde el punto de vista afectivo y cognitivo, ya que hablamos de sujetos en constitución) y con el de población en riesgo, pues cuando hablamos de vulnerabilidad estamos refiriéndonos a aquellas características propias de un sujeto o grupo de sujetos que hacen que tengan una mayor probabilidad de padecer un daño (factores de riesgo endógenos).
Estos niños por lo general sufren un sentimiento de desvalimiento que, según escribe S. Bleichman, "da lugar a la más profunda de las angustias: se trata de la sensación de 'des-auxilio', de 'des-ayuda', de sentir que el otro del cual dependen los cuidados básicos no responde al llamado, deja al ser sometido no sólo al terror sino también a la desolación profunda de no ser oído".
Pienso que este sentimiento de desvalimiento invade tanto a los niños como a los padres, afectando de alguna manera el ejercicio de sus funciones parentales.
El agente maternante, según Piera Aulagnier, realiza la función "mediatizadora", a través de los cuidados primarios, va ligando la necesidad y la satisfacción y los investimientos libidinales.
La función mediatizadora del adulto posibilita la constitución de un yo. Permite a través de este proceso de mediatización la transformación de lo "no propio" en "propio".
Considero que cuando el adulto se encuentra invadido por el sentimiento de "desvalimento", puede perder su capacidad mediatizadora, influyendo directamente en el ejercicio de sus funciones parentales.
Me parece pertinente incluir aquí la diferencia conceptual entre "vivencia traumática" y "vivenciar traumático", ya que en la población de referencia este vivenciar es casi constante, por supuesto teniendo en cuenta la singularidad de cada uno para poder elaborarlo. "Vivencia traumática": eventos inesperados y violentos. "Vivenciar traumático": situaciones cotidianas, desestabilizantes y difusas (violencia física o psíquica en la familia, migraciones, mudanzas, inestabilidad familiar, problemas económicos).

"Un doble peligro"

Al trabajar con bebés y niños pequeños con problemas de desarrollo no puedo dejar de pensar en lo vulnerables que son... y más aún cuando estos niños además vienen de hogares muy carenciados con NBI, esa vulnerabilidad aumenta, "hay factores sobreagregados que potencian y dificultan lo que ya es muy difícil...". (Tallis)
Los conceptos de prematuración y fetalización dan cuenta del desfasaje entre el nacimiento biológico y la estructuración subjetiva del ser humano, de lo vulnerable que es este bebé, que necesita del Otro para armarse como sujeto. Casi siempre existe para el recién nacido un lugar en el deseo de quienes lo engendraron. Ese niño que llega al mundo es recibido, es adoptado, es filiado, pasa a ser un eslabón en la cadena familiar.
Pero cuando ese bebé no es el hijo esperado, no es el hijo deseado, por ser diferente, por portar una patología, se produce una fractura, algo se rompe, y ese bebé es aún más vulnerable, ya que por "ser diferente", puede llegar a no ser reconocido como hijo.
Los padres necesitan ser sostenidos, acompañados, para poder sostener y acompañar el desarrollo de su hijo portador de una diferencia y para poder adoptarlo como tal.
Cuando esta situación se da en familias que además sufren necesidades y carencias de distintos órdenes, el sostén que ejerce el especialista en E.T. desde su función terapéutica debe estar articulado por el apoyo a los padres de redes sociales de contención.
Al analizar los casos clínicos en la labor diaria, compruebo cómo en la población de alta vulnerabilidad los factores socio-ambientales complican, potencian e incluso son causantes asociados con los de orden biológico, de trastornos en el desarrollo infantil.

Experiencias comunitarias

Presentaré algunos ejemplos de actividades comunitarias realizadas con niños y sus familias con el objetivo de favorecer el desarrollo, reconocer sus posibles desviaciones y actuar pertinentemente.
Cuando nos referimos a bebés y niños pequeños con N. B. I., pertenecientes a poblaciones de riesgo, podemos pensar en la aplicación del marco teórico específico de la disciplina Estimulación Temprana, como sustento conceptual, que fundamente la implementacion de estrategias tendientes al acompañamiento del desarrollo armónico de los niños y a la detección de sus alteraciones.
En este sentido se pueden pensar propuestas de operatorias tendientes a favorecer, por ejemplo: el armado del aparato psíquico, el desarrollo de la función simbólica, la apropiación de las áreas instrumentales, el juego, el acompañamiento de la función materna, la detección de signos que podrían llegar a significar alteraciones del desarrollo, anticipándose así a la aparición de posibles efectos no deseados.
A modo de ejemplo, se incluirán recortes de actividades correspondientes al trabajo realizado con familias (niños y sus madres) con N.B.I. en distintos proyectos comunitarios.

Villa 31 - Talleres con madres de la comunidad:

Se realizaron reuniones periódicas con un grupo abierto de madres del barrio, de las que participaban "madres cuidadoras" y otras, donde se desarrollaron charlas sobre temas relacionados con las necesidades de los niños, el desarrollo normal, cuidados de la salud (bajo peso, desnutrición, diarrea, detección de signos preocupantes, etc). Como especialista en E.T. participé de ellas aportando conceptos relativos a:
- Importancia del juego en los niños.
- Señales de desconexión.
- Detección de indicadores de posibles trastornos del desarrollo.
- Conductas esperables dentro del desarrollo normal de los niños, en relación a la apropiación de los aspectos instrumentales.

Villa 20 ( Lugano) - Taller de juegos:

Se organizó un taller de juegos con seis mamás y sus pequeños (de 2 a 4 años), con una frecuencia de tres veces por semana. La actividad central por supuesto era jugar, propiciar, estimular y acompañar, el juego.
Dialogamos sobre la importancia del juego para la estructuración psíquica de los niños.
En los primeros encuentros, las madres se quedaban a un costado tomando mate y los chicos realizaban un juego de tipo "paralelo" con los juguetes que había en un baúl (cubos, autitos, familia de animales, jueguitos de cocina, muñecas, títeres, etc.). Yo jugaba con los niños, mirábamos juntos algunos libritos infantiles, les enseñé algunas canciones rítmicas con movimientos, convocando a las mamás a participar. Lo fueron haciendo de a poco, algunas con más entusiasmo que otras. Paulatinamente los niños también tuvieron una mayor interacción entre ellos. Las actividades realizadas tendían fundamentalmente a favorecer el desarrollo de la función simbólica.
Hacia fin de año y a partir de la inquietud de una mamá, surge la idea de realizar juguetes para regalarles a sus nenes en Navidad. Conseguimos revistas para docentes de Nivel Inicial que traían diversos modelos; también el material descartable necesario para realizarlos y cada una fue pensando y eligiendo qué juguete le realizaría a su niñito, de acuerdo a la edad, a sus conductas, a sus preferencias, es decir reconociéndolos como sujetos de deseo. Para Navidad estos niños recibieron un juguete hecho para ellos por su mamá.
El grupo opera como potencializador de la intervención individual, facilita la socialización de los conocimientos y su aplicación y proyección hacia y por el entorno.
Escribe Silvia Bleichmar: "En los seres humanos la presencia del semejante es inherente a su constitución misma, en el otro se alimentan no sólo nuestras bocas sino nuestras mentes...". "Es esta condición de base de la transformación del cachorro humano en ser humano la que genera la expectativa de reencuentro con la solidaridad y el compromiso con el otro humano...".

Conclusiones

Es incuestionable que el especialista en E.T. que desempeñe su labor en poblaciones de riesgo podrá realizar el abordaje clínico específico de su disciplina con bebés y niños pequeños (0 a 3 años) con problemas de desarrollo.
La posición del especialista en E.T. será la de intervenir terapéuticamente para favorecer el desarrollo de su paciente, su estructuración como Sujeto de deseo, es decir la conformación de su aparato psíquico absolutamente articulado con el funcionamiento de sus instrumentos.
Sí es cuestionable (aunque por suerte cada vez menos) lo pertinente de la acción de este especialista en otro tipo de actividades "de acompañamiento del desarrollo armónico a niños de riesgo social", ya que estos bebés y niños pequeños no tienen problemas de desarrollo pero sí son niños en riesgo de tenerlos.
Su desarrollo como proceso armónico está amenazado por factores de diversa índole y por lo tanto es necesario instrumentar estrategias de producción tendientes a acompañar las funciones parentales, así como a detectar posibles alteraciones para actuar en consecuencia.
La labor del especialista deberá adecuarse a la demanda inherente de la realidad en la que se desempeña profesionalmente.
Pienso que, más allá de lo diverso de su acción, su postura profesional responderá siempre a una misma ética, siendo su objetivo que ese niño con problemas de desarrollo, o con riesgo de no alcanzar un desarrollo armónico, se constituya como sujeto de deseo más allá del límite que le impone la realidad.

Mónica Martínez. Licenciada en Psicopedagogía y especialista en Estimulación Temprana.

Mas informacion:
www.equipodeorientacion.com.ar

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