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25 DE DICIEMBRE DE 2006 | DE FREUD A LACAN

Inicios y cortes en el tratamiento institucional

Freud comparó el devenir de una cura analítica con ‘el noble juego del ajedrez’, en el que se conocen los inicios y los finales, mas no lo que ocurrirá en el recorrido del mismo.

Por Eduardo García Dupont
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Respecto de ambos vértices encontramos en su obra algunas referencias. Por ejemplo respecto del inicio le pareció de fundamental importancia por parte del paciente, ‘el apego a la persona del médico’, como así también un gradual proceso de implicación subjetiva, como deducimos de sus artículos: “La Iniciación del Tratamiento” , y “Análisis fragmentario de una histeria (caso Dora)”, respectivamente, este último, como lo puntúa Lacan en su escrito: “Intervención sobre la Transferencia”, con sus sucesivas inversiones dialécticas y desarrollos de verdad.


Respecto del fin de análisis, encontramos el tope de ‘la roca viva de la castración’ que se manifiesta como ‘angustia de castración’ en el hombre y ‘penis neid’ en la mujer, como fórmulas en su artículo “Análisis terminable e interminable”. También conjeturó la importancia de la ‘liquidación’ de la transferencia, en el final de la cura analítica.

A propósito de su concepción de cura, encontramos a lo largo de su obra, diversas fórmulas, algunas explícitas otras que podemos deducir:
•Hacer consciente lo inconsciente. (Punto de vista tópico).
•Llenar las lagunas mnésicas. (Punto de vista descriptivo).
•Vencer las resistencias de la represión. (Punto de vista dinámico).
•Análisis de la resistencia en la transferencia. (Punto de vista técnico).
•Donde Ello era el Yo debe advenir. (Punto de vista estructural).

Además:

•Transformar la miseria neurótica en el infortunio de la vida cotidiana.
•Devolver la capacidad de amar y trabajar coartada por fijaciones infantiles.
•Acceder al Juicio de condenación.
•Ir allende los límites del Padre.
•Vencer el horror al incesto.
•Prepararse para la muerte, para vivir la vida.

Desde la enseñanza de Lacan, en relación al inicio del tratamiento, se han considerado dos aspectos fundamentales que se han formalizado de la siguiente manera:

Existe en el comienzo de un análisis una relación complementaria entre síntoma y transferencia. El síntoma es una cifra, un enigma que llama a su desciframiento, de ahí la importancia de que se instale la noción de causa. Algo del orden de ‘lo que no marcha’ para el sujeto. De lo que lo hace ‘penar de más`, será lo que se complementará con el otro vector fundamental: la transferencia.

Si el síntoma es una cifra, llama al desciframiento, y ese saber sobre la cifra, ese saber descifrar, se supone al analista. Si está en juego la noción de causa, estarán dadas las condiciones que empujen a trabajar esa causa. Si el paciente sufre por lo que le pasa, está en una buena posición para solicitar nuestra ayuda. Por lo tanto podrá instalarse el Sujeto Supuesto Saber como instrumento que posibilite, por parte del analizante, la producción del saber inconsciente, con su correlato de ‘forma impura’ que implica la ilusión imaginaria de suponer que el saber inconsciente lo detenta un sujeto: el analista.
Entonces concluimos que si están en juego estas dos dimensiones: síntoma y transferencia, están dadas las condiciones para sancionar una entrada en análisis.


Otra herramienta para pensar el inicio del análisis es la operación de alienación.

En el Seminario Libro 11 de Lacan, la alienación se efectúa a partir del vel alienante: EL SER O EL SENTIDO. Siendo la elección forzada en la neurosis hacia EL SENTIDO, padeciendo de FALTA EN SER. En la psicosis hay una dirección hacia EL SER, (un SER petrificado), y es un INSENSATO.

En el Seminario Libro 15, el vel alienante es formulado en términos de O NO PIENSO O NO SOY. La elección forzada en un primer movimiento es hacia el NO PIENSO, donde Lacan sitúa el SER, el ELLO freudiano y el objeto ‘a’ en su estatuto de plus de goce. Como segundo movimiento tiene que producirse un pasaje del NO PIENSO al NO SOY, concerniente al INCONSCIENTE freudiano y al – φ es decir el objeto ‘a’ en su estatuto de causa del deseo. Se produce entonces un efecto de ‘falta del sujeto’, fading o afánisis, alienándose, al perder el SER, al S2, significante binario caído bajo la represión primaria.

Esta operación de alienación, constitutiva de la subjetividad, se reproduce en el decurso de una cura analítica y nos sirve para pensar cierta lógica de los inicios, cierta lógica de la entrada en análisis. Como sostuviera Freud, la experiencia analítica es una suerte de ‘segundo nacimiento’.

Entonces en toda entrada en análisis tiene que producirse un pasaje del NO PIENSO, donde se sitúa el SER, al NO SOY concerniente al PENSAR INCONSCIENTE; del ELLO al INCONSCIENTE; del objeto ‘a’ como plus de goce, al objeto ‘a’ como causa del deseo; en fin, del GOCE al DESEO. Este pasaje supone la presencia ineludible de dos factores auxiliares de fundamental importancia:

•LA ANGUSTIA.
•LA TRANSFERENCIA.

Otro elemento teórico que nos puede ser útil para pensar la entrada en análisis es la teoría de los Cuatro Discursos.
Recordemos los lugares y elementos:

Lugares: Elementos:
Agente -------------> Otro S1 - S2 - $ - a

Verdad Producción


Toda entrada en análisis es en las coordenadas del Discurso Histérico:

$ -----------------> S1
a--------/ /------- S2
Impotencia


Del lado del analizante: $ la división subjetiva, el síntoma. Se dirige a Otro que ubica en el lugar de un Amo (S1), para que produzca el saber (S2) sobre su goce, o sobre la causa del deseo (a). Si bien es la buena posición para comenzar un análisis, el Discurso muestra la impotencia del Amo para producir ese saber.
Por lo tanto, la respuesta a ese Discurso del lado del analista no será el Discurso del Amo:

S1 ----------------> S2
$ -------/ /------- a
Imposibilidad


No se trata de que desde su posición de dominio de órdenes para que todo marche, (sugestión), dirigiéndose a un Otro en posición de esclavo para que produzca el saber (S2) sobre los objetos de goce. Su verdad, la del Amo, es que es un sujeto dividido es decir un Amo castrado, verdad que se preocupa por ocultar, y que la histeria sabe denunciar.

Sino el Discurso Analítico:
a ------------------> $
S2 -------/ /-------- S1
Imposibilidad


Es decir que el analista semblanteando el objeto’a’ causará el deseo del analizante que en posición de sujeto dividido ($) producirá los significantes de goce a los que está alienado (S1) para vaciarlos de goce convirtiéndolos en saber (S2) en el lugar de la verdad. Siendo una imposibilidad lógica la de identificarse al saber en el lugar de la verdad. Es decir que lo que se produce es un proceso de des identificación con esos (S1), significantes de goce.


Continuando con estas herramientas teóricas para pensar los inicios, observamos que la clínica actual, cada vez más ligada al goce que al deseo, es efecto, en parte, de la crisis de LOS GRANDES RELATOS y de LOS PARADIGMAS DEL AMOR:

Grandes relatos

A)El relato cristiano, de la redención de la falta de Adán, por amor.

B)El relato iluminista de la emancipación de la ignorancia por medio del igualitarismo del conocimiento.

C)El relato marxista de la emancipación de la explotación y la alienación por medio de la socialización de los medios de producción.

D)El relato capitalista de la emancipación de la pobreza por el desarrollo tecno – industrial.

Paradigmas del amor

A) El amor clásico antiguo, que podemos asociar al Eros griego;

B) El amor divino, o sea el amor a Dios;

C) El amor cortés, caracterizado por la inaccesibilidad del objeto;

D) El amor de las Preciosas, con características similares al amor cortés;

E) El amor homosexual, en muchos casos ejemplificado por el vínculo
de los efebos con los pederastas, en el que se jugaba la trasmisión de un saber.

F) El Matrimonio. (El Ágape Cristiano).


Decimos por efecto de ambas decadencias como referentes que acotaban el goce, recordemos las siguientes afirmaciones de Lacan: ‘… La castración significa que es preciso que el goce sea rechazado para volver a alcanzarlo en la escala invertida da la ley del deseo’, o ‘Sólo el amor permite al goce condescender al deseo’, nos encontramos con una clínica cada vez mas compleja, con sujetos en posición de objeto, con una aguda sensación de sinsentido y con ausencia de deseo.

A su vez observamos una sustitución del Discurso del Amo por el Discurso Universitario, en el que el lugar de dominio lo ocupa el saber: S2 reduciendo al Otro a la posición de objeto ‘a’. Esto produce síntomas $, y marca la impotencia de ocupar el lugar de Amo a esos sujetos reducidos a objetos, siendo que la verdad del Discurso Universitario es que detrás de quien se sitúa en el lugar del saber como dominio, lo habita una voluntad de Amo.
Discurso Universitario:

S2 ----------------> a
S1-------/ /-------- $
Impotencia


Entonces ante la declinación del ‘Nombre del Padre’, como vimos ‘crisis de los grandes relatos’, caducidad del Amo antiguo, aparecen ‘Nombres del Padre’ que al sujeto le otorgan un FALSO SER. Ejemplo. soy adicto: alcohólico, toxicómano, jugador, al trabajo, al amor, etc. soy bulímico, anoréxico, psicosomático, hipocondríaco, melancólico, en fin, abúlico, vago, solo, etc. El etcétera es estructural porque sería interminable la lista entonces de suplencias del Nombre del Padre, que otorguen nominación. No es lo mismo ser nombrado así, que a partir del proceso de alienación y separación pasar del Nombre del Padre a la Paternidad del Propio Nombre, esto es ni mas ni menos que a ‘hacerse un nombre’.

Por esta razón, me parece de fundamental importancia, que los analistas nos formemos seriamente en la metapsicología, la lógica, la clínica y la ética de la Dirección de la Cura, en las Entrevistas preliminares de:

A)Las Patologías del Acto:
•Inhibición.
•Actino out.
•Pasaje al acto.
B)Patologías de la oralidad (Trastornos de la alimentación):
•Bulimia.
•Anorexia.
C)Patologías del consumo (Adicciones en general):
•Alcoholismo.
•Toxicomanía.
•Tabaquismo.
•Ludopatía.
•Etc.
D)Violencia:
•Social.
•Familiar.
E)Fobias, Crisis de Angustia. Ataques de Pánico.
F)Depresiones.
G) Melancolías y Melancolizaciones.
H)Lógicas del Duelo.
I)Impulsiones.
J)Compulsiones.
K)Fenómenos Psicosomáticos.
L)Enfermedades autoinmunes.
M)Etc.

Si bien siempre se trata del sujeto, y desde el Psicoanálisis no acuerdo con el criterio médico de ‘especialidad’, no obstante, observamos que quienes trabajan con estas manifestaciones clínicas, estudian seriamente lo producido al respecto para pensar una lógica para la Dirección de la Cura. De hecho contamos con bastante material producto de la clínica y de la investigación en cada una de estas afecciones, que nos ayuda a la hora de enfrentar esa aventura que supone el enigma de cada caso.

Respecto del otro polo en discusión: el corte del tratamiento institucional, no lo haría coincidir con el final de un análisis.

Recordemos para Freud: ‘La roca viva de la castración’, posición que evidencia que el sujeto aún sitúa la castración de su lado para sostener al Otro: otro gozador o idealizado en la obsesión, Otro del Otro, en la histeria del que aún se espera el falo. Si por otra parte pensamos que desde la lógica significante el análisis es interminable, ya que el saber jamás podrá colmar la verdad, concluimos también que la división subjetiva, división entre el saber y la verdad es incurable. Esto nos invita a diferenciar cura de la neurosis de lo incurable de la división subjetiva.

La neurosis es una enfermedad de la demanda y del saber: Le demanda amor al Otro para ser y le supone al Otro el saber.

Esta posición inhibe al neurótico para amar y para gozar de su trabajo. Pero, a su vez, lo hace apto para un análisis, de ahí que la denominación estructural de esta entidad clínica sea: ‘Neurosis de Transferencia’.
Sostengo que: el fin de análisis se articula con la operación de separación.


Consideremos algunos elementos para entender esta operación: El modo como el sujeto compensa su FALTA EN SER, su fading, su afánisis es identificándose al objeto causa del deseo del Otro, esto le otorga un PSEUDO SER o sea un FALSO SELF. Con esto estamos pensando en la lógica del fantasma.

La operación de separación, si bien también es constitutiva de la subjetividad, se reedita en el transcurso de un análisis, por lo general bastante avanzado el mismo, porque para ello hay que precisar los términos de la alienación, esto es cual es el lugar que el sujeto ocupa como objeto causa del deseo del Otro.

Aquí se juega una decisión ética, de la que el analista deberá abstenerse. Decisión que le corresponderá solo al analizante, y que se decidirá en términos de ‘si quiere lo que desea’. Elección que supone el único margen de libertad que le es posible.

Si decide abandonar esta posición de objeto causa del deseo del Otro, se producirá ‘la pérdida’ de este lugar y como correlato de esta pérdida, ‘la causa del deseo’.

Considero, para concluir, que nuestro trabajo en las Instituciones Públicas se enmarca dentro de la lógica de los inicios de análisis. Tiempos de rectificación subjetiva, como primer paso del proceso de la cura, que seguirá por el desarrollo de la transferencia y luego por la interpretación.)

Como sostiene Lacan, tiempo que nada tiene que ver con adaptar al paciente a la realidad, sino con mostrarle lo demasiado bien adaptado que está a ‘la realidad’, (fantasmática), que el mismo se construye.

Considero también que para acceder a la posibilidad de separación, el paciente, luego analizante, debe ‘pagar su rescate’ de las garras del deseo del Otro. Debe advertir que eso tiene un valor y un precio, y que cualquier precio contabilizador es un modo de acotar lo inconmensurable del goce. Debe por fin comprender que ‘lo barato siempre sale caro’, imaginemos entonces el precio de ‘lo gratuito’.

Por lo tanto sostengo que lo mejor que podría ocurrir es que prosiga el proceso de análisis con el profesional que lo acompañó hasta el umbral de su compleja entrada en análisis.

Por consiguiente, así como la teoría psicoanalítica nos da elementos para pensar una lógica sobre los inicios y los finales de análisis, no contamos con una teoría del corte del tratamiento institucional, tal vez porque excede al edificio conceptual inventado por Freud, y por Lacan.


Lo que sí podemos es, desde nuestra experiencia clínica y nuestro recorrido teórico, dar cuenta de algunas cuestiones que lo enmarquen:

1.No se trata de un ‘alta’ en el sentido médico del término. Alta que se otorga cuando se considera reintegrado cierto equilibrio saludable.

2.Tampoco es un fin de análisis, ya que, como sostuvimos, es necesario un prolongado proceso de trabajo para profundizar los términos de la alienación de un sujeto. Esto es el lugar que ocupa como objeto causa del deseo del Otro, para que pueda luego producirse la operación de separación.

3.El analista podrá acompañar a alguien que comenzó sin recursos para hacerse cargo de su cura, hasta la posibilidad de que advenga un sujeto con recursos para decidir responsablemente su apuesta. Sabemos de la importancia del pago en el devenir de un análisis.

4.Entre otros términos hay que evaluar para el corte, los recursos económicos del sujeto para la eventual continuidad de su tratamiento. ‘Quien no es independiente económicamente, no puede ser independiente en nada’.

5.La oferta de análisis tiene que estar presente como enunciación mediante la función deseo del analista puesto en acto en la Dirección de la Cura.

6.La demanda de continuidad del tratamiento debe estar formulada por el analizante.

7.También el analista debe estar advertido que no todo sujeto decidirá la continuación de su análisis, y debe respetar hasta donde cada quien quiera llegar.

8.Así como hay un corte entre las entrevistas preliminares y el inicio del análisis, también lo habrá entre el tratamiento institucional y el tratamiento privado. Cortes que no deben coincidir necesariamente.

9.El corte debe suponer la lógica de la singularidad de cada caso, y de ningún modo criterios Standards Universales. (Ni temporales: x cantidad de tiempo permitido institucionalmente para los tratamientos, ni espaciales: hay que ceder el espacio a otros pacientes en una Institución Pública, ni estadísticos: hay que cumplir con x cantidad de admisiones en una Institución Pública, etc.)

10.El corte supone el acto del analista.

11.El analista se hará responsable de su acto.

12.Ese acto deberá sostenerlo, autorizado de sí mismo y con otros. (Ateneos, Supervisiones, etc.), en los que pueda trasmitir esa experiencia singular e irrepetible qué significó la Dirección de esa cura, lo que tendrá valor de enseñanza.

13.La Institución deberá respetar este acto garantizando que la palabra de ese analista tenga estatuto de palabra plena, es decir de ‘palabra que hace acto’.

14.La Institución deberá romper con el imaginario de que los pacientes ‘le pertenecen’ y que la privatización de los mismos es ‘un robo del analista’ del ‘paciente institucional’. El pasaje a privado, si está fundamentado, es un acto de rescate del paciente-analizante de la alienación al Otro, hacia el despliegue de su subjetividad y su libertad.

15. El paciente ‘no pertenece a nadie’, bastante tiene con sus alienaciones constitutivas para que ejerzamos la canallada de suponer que nos pertenece.

Por último para el analista es importante que recuerde en su práctica las siguientes palabras que conciernen a su ética. Palabras del final del Estadio del Espejo, de Jacques Lacan:

“ …El análisis puede llevar al sujeto hasta el límite estático del ‘TU ERES ESO’, en el que se le revela la cifra de su destino mortal, pero no está en nuestro mero poder de practicantes el conducirlo hasta allí, donde comienza el verdadero viaje”


Eduardo García Dupont es Psicólogo. Psicoanalista. Ex Prof. Adjunto del Departamento de Psicología Clínica. Universidad John F. Kennedy. Profesor en la Mutual de Psicólogos Municipales. Profesor en el Museo Roca. Publicó el libro ‘Fundamentos de la Enseñanza de Jacques Lacan’Publicó como autor y compilador el libro: ‘Encrucijadas clínicas I: Transferencia y Fantasma’. Director de la Red Psicoanalítica ‘… Del Puente …’.

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