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Por Diario Momarandu, Corrientes

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Tendemos a reprimir mucho el cuerpo y a desarrollar mucho lo intelectual, por eso, en Gestalt, buscamos que el cuerpo y la mente se equiparen”.

Este nuevo enfoque terapéutico, que cada vez tiene más adeptos, puede inmiscuirse en diferentes aspectos de la psiquis del individuo y los conflictos que esta guarda. Incluye, dentro de su campo de acción, desde los sueños y las inseguridades, primordialmente abstractos, hasta los conflictos dentro del núcleo familiar, básicamente concretos.

Karina Verdún explica que este amplio espectro de acción se fundamenta en las nuevas concepciones que el enfoque otorga a cada fenómeno. Por un lado, “los sueños son, para la terapia Gestalt, la vía regia de la integración, constituyen un elemento importante en el trabajo terapéutico ya que reflejan diversas partes de la personalidad del hombre”. Por este motivo, en los grupos se trabaja con los sueños para que cada individuo adquiera mayor conciencia de sus “polaridades”, las reconozca y las ponga en juego para resolver sus conflictos.

Por otro lado, se trabaja sobre las relaciones familiares, o “constelaciones familiares”, formando grupos de orientación familiar que les permite, a los participantes, ver y comprender los eventos y misterios de sus familias. Se trabaja con cada individuo para “desanudar” los malos entendidos que los atan a viejas historias, propias o ajenas, para que se reencuentren con sus destinos y responsabilidades. Así lo mostró Karina Verdún al decir que “las constelaciones buscan ordenar las experiencias de las personas que no tienen que ver con una estructura psicológica determinada, sino con determinadas leyes con las que se manejan los grupos familiares”.

Esta terapia es novedosa en la región, pero desde su nacimiento hasta la actualidad tiene una historia de más de 50 años. Las concepciones teóricas que le dan origen son el producto de largas investigaciones producidas por psicólogos, antropólogos, entre otros profesionales. Tal es el caso del enfoque orientado a los conflictos familiares, basando en los aportes y las investigaciones del terapeuta familiar Bert Hellinger, que buscó clarificar muchos fenómenos que sucedían dentro del núcleo familiar y que no podían ser resueltos. CONOCIENDO EL ORIGEN

La Gestalt es una terapia integral que se orienta en una línea humanista-existencialista de trabajo. Busca que cada persona se conozca a sí misma y que, a partir de conocerse, pueda funcionar con mayor responsabilidad en sus acciones y su vida. Se trabaja mucho con el cuerpo y se intenta lograr un equilibrio entre lo cognitivo y lo experiencial.

Este enfoque apareció en el año 1945, en Europa, de la mano de un médico psiquiatra llamado Fritz Perls, fundador de la Gestalt junto con un grupo de 8 terapeutas más. En la década del 60 se difunde y rompe las barreras continentales llegando a América del Norte. En Estados Unidos, puntualmente, se introduce con fuerza gracias al auge de la corriente del “Flower Power” que proponía una vida en comunidad con mucho trabajo en grupos.

Se produce una revolución en la conciencia individual y en la psicoterapia, con un cambio de visión hacia la inclusión del trabajo con el cuerpo, con las emociones y con el discurso. Allí es donde encuentra su lugar la Gestalt que trabaja en estos distintos niveles.

La psiquiatra chilena, Adriana Schnake, conocida como “la nana”, se encargó de traer este enfoque a la Argentina en el 1971 y trabajó en la formación de un grupo de, aproximadamente, 30 terapeutas que son los que coordinan “las casas” más antiguas en la actualidad en el todo país.

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