Comentarios de Juan Dobón acerca del libro Lengua de mujer:
¿Cómo transmitir la experiencia de lectura sin incurrir en un agotador glosario de adjetivaciones?
Este libro es una invitación a recorrer una senda que va de lo privado a lo íntimo, a veces con la sutileza de lo freudiano otras con la violencia de lo sadiano. Sade y Freud gozan íntimamente del efecto de su letra en la hipocresía de la época y reordenan las preguntas éticas poniendo en escena la libertad de desear.
Smud sabe jugar en el borde del abismo, si la mujer es el abismo como la soñara Nietzsche, inquieta pensar en la profundidad de Lengua de Mujer. Abismo que, en una primera parte oscila entre la reflexión personal y la honesta confesión casi a la manera de un testimonio como en los diarios íntimos del romanticismo bien entrado el siglo XIX. Sin embargo, en una voltereta lúcida recupera el pensamiento crítico de psicoanalista, de la reflexión más íntima gira hacia un decir con consecuencias públicas que se desprenden de su praxis analítica.
La letra es un decir hombre, la sonoridad es Lengua de Mujer, de ambas dan cuenta el arte de la poesía o la música. Un psicoanalista sabe que la letra agujerea, hace borde, en ello consiste su saber hacer cada vez, pero también sabe, que en ese borde surge otro lado que oscila entre lo incierto y la nada.
Quizás el valor de este libro radique ahí, en el límite entre lo que un psicoanalista nos enseña, lo que la poética y el testimonio pueden transmitir.
Juan Dobón
(Extraído de la contratapa del libro)
Temas:
La historia escolástica del clítoris y la vagina
Los diferentes goces en la actualidad
El cuento de la mujer
Los tres caminos de una mujer
Acerca del masoquismo femenino ¿un sueño freudiano?