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20 DE AGOSTO DE 2006 | PSICOLOGÍA DEL DEPORTE

El Deporte y la guerra

Todos los deportes son descriptos, comentados, enseñados o interpretados con metáforas de guerra, palabras militarizadas, o frases que ahora son figurativas y metafóricas merced al triunfo de la sublimación. El más notable ejemplo de este proceso simbólico es el ajedrez, todas sus piezas representan una antigua batalla, el tablero suplantó al campo de batalla, la pérdida de piezas a la pérdida de vidas.

Por Gustavo Maure
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El origen de este juego es tan antiguo como discutido, la creencia mas extendida lo hace originario de la India, mas concretamente en el Valle del Indo. Su primer nombre era Chaturanga o juego del ejército, con su clásico gorro, el alfil, obispo parece ser la excepción, pero en los antiguos juegos el primitivo alfil se representaba con un elefante que movía de a dos casilleros y como nos relata Shakespeare en "El rey Juan" los obispos intervenían indirectamente en las guerras. Chaturanga es una palabra sánscrita que se refiere a cuatro "armas" (o divisiones) de un típico ejército Indio: infantería (peón), elefantes (hoy alfil), caballería (caballos) y carretas (hoy torres) de los cuales se derivan los cuatro tipos de piezas del juego. Bobby Fischer decía el ajedrez es como una guerra, pero sobre un tablero.

Se podría objetar que el ajedrez no es un deporte, pero lo que le falta de porte, (etimológicamente porte significa traslación o movimiento físico), lo tiene de movimiento simbólico y estratégico. Este movimiento táctico, figurativo, alegórico y metafórico, que se suma al movimiento muscular, es el complemento esencial y necesario para poder configurar un deporte. En nuestro modo de ver el ajedrez es un deporte tan sublimado que ha llegado a prescindir del movimiento físico.

Veamos el fútbol como batalla simbólica:
El campo de juego reemplazó al campo de batalla; el palo (golf, hockey o béisbol) al garrote; la raqueta a la espada; la pelota a la piedra, el pelotazo al cañonazo; el arco de fútbol o rugby al hombre enemigo (perforar su cuerpo); las camisetas a los uniformes; el director técnico al general que fijaba tácticas y estrategias; el pizarrón a la maqueta de guerra; el boxeo al circo romano (aunque no totalmente); el toro al otro gladiador; el partido a la batalla; el campeonato a la guerra y fundamentalmente; el rival al enemigo.

Como lo muestra la violencia que estalla en algunas manifestaciones la piedra es el primer proyectil conocido. La esgrima puso máscaras, el rugby impuso algunas reglas y "el tercer tiempo"; el box hizo calzar los guantes y las artes marciales respetaron algunos límites. El fútbol americano conservó el casco, y la violencia, pero eliminó las armas, el acolchado reemplazó a la armadura. El tiro con arco puso un blanco donde antes había un hombre, la jabalina un límite donde antes había una persona o un animal.

El nombre Maratón recuerda la histórica carrera del mensajero para avisar a los atenienses que habían ganado la batalla ante los persas y que dejaran de lado otros planes ante lo que se consideraba una derrota segura, vale decir conmemora un fin militar. Por el esfuerzo realizado en los 42 kilómetros de geografía irregular, el soldado murió apenas comunicó la noticia exclamando "Nike". En otra versión Heródoto cuenta que el mensajero había sido enviado a Esparta a pedir ayuda contra los persas que avanzaban hacia Marathón y habría corrido unos 240 km. Afortunadamente para los corredores los organizadores de las Olimpíadas tomaron la primer versión y fijaron la distancia en 42 km., pero en ambos casos se conmemora un evento militar. (los primeros maratonistas fueron los egipcios)

Fundamentalmente el ejercicio en carrera era una parte esencial del entrenamiento militar, ya que la vital infantería podía recorrer largas distancias y luego participar de una batalla plena de combates, persecuciones o huidas. Nuestra hipótesis es que los deportes inicialmente fueron entrenamientos militares que buscaron la competencia como forma de hacerlos entretenidos y luego se constituyeron como juegos deportivos cobrando independencia del ejercicio militar.

Tal como escribe el onirocrítico e interpretador de sueños Artemidoro de Daldis, siglo II d.C. los griegos realizaban al final de los juegos la carrera a pie portando las armas, era un certamen más lento por el peso de éstas. Por su lentitud Artemidoro le adjudica un presagio de demora toda vez que sus contemporáneos soñaban con este evento. Por ejemplo soñar con un hijo corriendo esta carrera significaba que habría que esperar para volver a verlo. También por estar al final podían ser una señal de próxima muerte para los enfermos.

Dado que esta prueba se realizaba como culminación de los ciclos de juegos, pensamos que tendría una importancia superior a las otras competencias. Los participantes demostraban una aptitud bélica importantísima en el combate, particularmente en una geografía muy montañosa como era la de la zona. En consecuencia, estas carreras nos brindan otra interesante huella o rastro en el desarrollo de los juegos. Lo notable es que esta competencia prácticamente no está mencionada en los libros sobre deportes griegos lo que muestra la óptica idealista con que fueron historizados por el mundo moderno.
El lanzamiento del discóbolo probablemente se haya iniciado en ejercicios militares donde los soldados arrojaban competitivamente sus escudos circulares y luego fueron reemplazados por un disco más pequeño, el lanzamiento de jabalina deriva del lanzamiento de lanza, el de bala del tiro con honda, el arco de la arquería, la esgrima de la espada, la lucha libre del enfrentamiento sin armas, el béisbol del enfrentamiento con garrote, etc.

Suele afirmarse que el boxeo no puede ser considerado un deporte porque utiliza la violencia directa sobre el rival buscando herirlo, lastimarlo o noquearlo, este razonamiento confirma nuestro argumento.
Para ser considerado un deporte, el enfrentamiento tiene que ser figurativo, el fin violento o destructivo debe ser simbólico y sustitutivo. Simbólico en el sentido metafórico (por comparación), reemplazando el cuerpo por un arco (fútbol) y la herida por un gol (penetrar el cuerpo) y sustitutivo en el sentido metonímico (por desplazamiento) cambiando el proyectil por una pelota.
La palabra (o significante) permite estos fines sustitutivos ya que el reglamento se organiza con palabras y es la ley que rige la práctica regulando el accionar de cada uno de los participantes y determinando la validez de las jugadas.

Las formas de motivación y los rituales previos cambian de acuerdo a cada deporte. Carlos Monzón, campeón mundial argentino, para "calentar" su agresividad antes de cada pelea imaginaba que el rival le había pegado violentamente a su hermanito. Pese a que afirmamos que no hay que odiar al enemigo, esta proposición cae a medida que el deporte es más primitivo, en esencia el boxeo no está sublimado sino simplemente acotado.

La Batalla Simbólica
Los griegos creían vehementemente en el valor del deporte como entrenamiento, particularmente para la batalla. Los deportes griegos eran competitivos, frecuentemente sangrientos y en ocasiones repugnantes y mortales. Al principio en Olimpia las viejas competencias tenían un significado ritual, pero hacia el siglo V a.C. este significado se había perdido por completo. La disciplina era severa y la violación de las reglas se castigaba duramente. Vale decir una disciplina militar. Cuando se realizaban las Olimpíadas se suspendían todas las guerras.
Suele afirmarse que el boxeo no puede ser considerado un deporte porque utiliza la violencia directa sobre el rival buscando herirlo, lastimarlo o noquearlo, este razonamiento confirma nuestro argumento.
Para ser considerado un deporte, el enfrentamiento tiene que ser figurativo, el fin violento o destructivo debe ser simbólico y sustitutivo. Simbólico en el sentido metafórico (por comparación), reemplazando el cuerpo por un arco (fútbol) y la herida por un gol (penetrar el cuerpo) y sustitutivo en el sentido metonímico (por desplazamiento) cambiando el proyectil por una pelota.
La palabra (o significante) permite estos fines sustitutivos ya que el reglamento se organiza con palabras y es la ley que rige la práctica regulando el accionar de cada uno de los participantes y determinando la validez de las jugadas.


Las formas de motivación y los rituales previos cambian de acuerdo a cada deporte. Carlos Monzón, campeón mundial argentino, para “calentar” su agresividad antes de cada pelea imaginaba que el rival le había pegado violentamente a su hermanito. Pese a que afirmamos que no hay que odiar al enemigo, esta proposición pierde valor a medida que el deporte es más primitivo, en el boxeo la violencia no está sublimada sino simplemente acotada. Sin embargo los boxeadores se chocan los guantes al iniciar la pelea y al terminar, como diciendo, lo que viene no es personal, es así el juego.

Para ver libros relacionados con la temática, ver Tapas y Contratapas


Mas informacion:
www.elrivalinterior.com

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