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6 DE AGOSTO DE 2006 | PERSONAS EN EDAD DE JUBILARSE

Reorientación vocacional y ocupacional

Etimológicamente, jubilación proviene del latín jubilatio-onem que significa acción o efecto de jubilar o jubilarse. La palabra jubilar proviene del latín jubilare que quiere decir eximir de servicio, a aquellas personas que desempeñan alguna actividad laboral, por razones de edad o imposibilidad física, señalándose pensión vitalicia o recompensa por los servicios prestados.

Por Daniel Argibay
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También viene de júbilo, definido en el Diccionario de la Real Academia Española, como alegría y especialmente la que se manifiesta con signos exteriores. Esta última acepción constituye muchas veces una ironía, ya que para la gran mayoría la nueva situación no ayuda a disfrutar de esa alegría; muy por el contrario, es frecuente que la persona se suma en un sentimiento de insatisfacción, estados depresivos, relegación y aislamiento que la conducen a sufrir trastornos de diversas índoles.

La variedad de actividades del ser humano está limitada sólo por su creatividad, cuando se realizan en el tiempo libre, el sujeto decide por sí mismo el ritmo empleado y no se ejecutan necesariamente para una finalidad económica. En ellas aparece la diversidad y la elección en toda su profundidad, apenas condicionada por factores externos. Cualquier tema puede ser objeto de actividad.
La cantidad de tiempo libre varía a lo largo de la vida, en la infancia y la adolescencia resulta muy amplía, se reduce al entrar a la vida laboral, para ampliarse a la hora de jubilarse. Si el jubilado no se ha preparado para utilizarlo significativamente, puede transformarse en una amenaza para él si no llena con un nuevo sentido este tiempo libre, puede ser una pesada carga.
Este nuevo sentido entonces es el que posibilitará mejores condiciones y una posición más favorable en la que el nuevo periodo jubilatorio encontrará a la persona. Así, por ejemplo, es muy distinto percibirlo como un espacio para la continuación del desarrollo personal, cultivar vínculos, el descanso y esparcimiento, que si se encuentra limitado en sus proyectos y deseos, si sus intereses son restringidos o sus recursos insuficientes.
Las personas después de jubilarse, no solo pueden, necesitan, para tener más opciones de ser saludables, mantener una función productiva. La falta de este compromiso vital conduce a un rememorar nostálgico, una autonomía debilitada, productividad descuidada e iniciativa abandonada. Se trataría de que enfrenten esta etapa de la vida no sólo con serenidad y dignidad, sino como un período que presenta nuevas oportunidades de desarrollo y realización.
En general la jubilación se vive de manera traumática, con las consecuencias que un acontecimiento de esta característica conlleva. Asumen entonces actitudes que van desde la resignación pasiva hasta la rebelión y rechazo. Estas personas, al encerrarse en sí mismas y colocarse al margen de la vida, ponen en marcha un proceso de progresiva degradación psíquica y física.
Mantenerse activo, empleando las fuerzas y habilidades de las que se dispone, valorar la propia experiencia, la constante actualización y la renovación de las motivaciones, son algunos de los objetivos de un proceso de RE-ORIENTACIÓN VOCACIONAL y OCUPACIONAL.

Hablar y reflexionar sobre la etapa de jubilación en la Argentina plantea inevitablemente un problema social, las personas que transitan esta etapa, como grupo diferente e importante en el ámbito demográfico, con rasgos culturales específicos e intereses propios, necesitan, que se garanticen algunas condiciones que hacen a su bienestar: la posibilidad de desempeñar roles que den sentido a sus vidas, desarrollar actitudes distintas a las actuales con las que se dé fin a la falta de integración social y a todos los prejuicios, mitos y estereotipos que envuelven al proceso de jubilación.
Los sujetos que están por jubilarse se angustian frente al ideario compartido sobre el fin de la etapa laboral. Esto produce sentimientos de pérdida de roles, de actividades, de identidad y del propio lugar dañando la autoestima y llevándolos en dirección a cuadros depresivos.
Cuando la persona se jubila debe enfrentarse con quién es, con sus logros pero también con sus frustraciones, sus temores, el tiempo y su medio social. En este conjunto de condiciones puede comenzar a desestabilizarse, sufrir momentos de desequilibrio o bien anticiparse y hacer de estas condiciones una oportunidad.

Anticiparse ofreciendo un proceso de reorientación vocaciones y ocupaciones previene de manera directa estos cuadros y sus consecuencias sociales, psicológicas, médicas y económicas.
Los sujetos en el periodo previo a la edad de la jubilación se re-encontrarían con deseos, intereses y proyectos para encarar la nueva etapa. En muchísimos casos la falta de estos ajustes los lleva a quedar inmerso en un aislamiento progresivo que es conocido como de-socialización.
Esta reorientación se caracteriza fundamentalmente, por la re-formulación del proyecto vital y/o formulación de otro nuevo. Permite cambiar la postura de de-socialización que conduce a la muerte social, por una de re-socialización, con una nueva programación del tiempo libre, con compromiso subjetivo en nuevas actividades laborales, recreativas, culturales y/o sociales.
Surge así para el sujeto la posibilidad de adoptar un rol con renovadas expectativas y comportamientos, la posibilidad de modificar el curso diario de la vida, hasta ahora organizado en torno a la antigua actividad laboral, esto conlleva una utilización diferente del tiempo, una reestructuración de los lazos sociales y un desplazamiento de los intereses personales.
El grado de conflicto que representa para cada individuo terminar la formal etapa laboral y las conductas defensivas que se adopten estarán determinadas por la historia personal, las experiencias y representaciones que condicionan habitualmente sus ideas, emociones y conductas.
La re-orientación vocacional y ocupacional aborda esta problemática de la etapa de jubilación como proceso a partir del momento previo y desde una perspectiva preventiva. Asimismo ayuda a lograr empoderamiento, una posición desde donde la persona actúa positivamente sobre su salud. Entiendo el Empoderamiento o Empowerment como el proceso mediante el cual los individuos obtienen mayor control de sus decisiones y acciones relacionadas con su salud; expresan mejor sus necesidades y se movilizan para responder a ellas, a la vez que se involucran en el mejoramiento de su salud.

¿PORQUE RE ORIENTAR VOCACIONALMENTE A FUTUROS JUBILADOS?
Porque favorece la inserción de los sujetos en la nueva situación. Que el adulto en edad de jubilarse pueda, mediante este proceso resolver adecuadamente la crisis respecto de los cambios que va a sufrir a futuro, reducirá al máximo la posibilidad de los consecuentes trastornos.
Este proceso se lleva adelante con experimentados profesionales, Psicólogos especialmente formados. Se plantea a partir de una serie de entrevistas periódicas individuales y/o grupales que incluyen variadas técnicas adecuadas a cada situación en donde el futuro jubilado, con la asistencia del Psicólogo orientador, irá identificando y reconociendo sus propios deseos y eligiendo la forma en que invertir el tiempo de esta nueva etapa libre de actividades predefinidas.
El Psicólogo Orientador Vocacional y Ocupacional asiste al sujeto a que encuentre la manera más apropiada para él de abordar este momento satisfactoriamente. Irá dando lugar a vocaciones que, en su momento, consciente o inconscientemente, por una u otra razón, puedan haberse dejado de lado.
Este cambio de posición movilizará a la persona en dirección de nuevas actividades en relación con su deseo, que la harán sentirse vital, mejorando su autoestima y previniendo trastornos depresivos y sus consecuencias.

La gran mayoría de los adultos al llegar el periodo de su jubilación, por preparados que estén, intelectual y profesionalmente, no siempre se encuentran advertidos de sus recursos motivacionales y afectivos para disfrutar saludables y vitales de este momento. La re-orientación vocacional y ocupacional proporciona a los futuros jubilados un marco reflexivo donde encontrar estos recursos.
Esto posibilita la construcción de nuevos proyectos personales que involucran no solo una preventiva y saludable opción ocupacional, recreativa o educacional, sino también evaluación de alternativas, anticipación y preparación ante el cambio vital.
Cada sujeto llegará al final de su proceso con mayor protagonismo y proyección, fortalecidos, con posibilidades de apoderarse de su futuro, habiendo aumentado su capacidad para enfrentar las circunstancias con márgenes más amplios de libertad.


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